domingo, 24 de mayo de 2009

Vestir en pasado y presente










Inventiva y reinventiva. Es así como se nos presenta la moda. Ella, sin duda, es la maestra en enseñar lo que está en vigencia y lo que ya es obsoleto. ¿Pero y si se da el caso en que lo nuevo y lo viejo están de actualidad simultáneamente, no sería esto moda? Al parecer es posible y lo es gracias al estilo vintage.


Su definición más teórica es: todo aquello que ha pasado de moda y que hoy se considera clásico, añadiéndole la característica de “gran calidad”. Es una palabra que aparece por primera vez en el idioma inglés y que significaba “vendimia”. El término, pues, está relacionado con el proceso de fabricación del vino, utilizando esta metáfora en el vestir para comunicarnos que lo viejo a lo largo del tiempo es más bueno y de mejor gusto (como el buen vino). Cabe destacar que esta terminología se introdujo en la moda hace aproximadamente tres años y se refiere a todo aquello con origen definido en el pasado y con calidad excepcional.


No es fácil llevar el estilo vintage, ya que requiere de ciertas reglas y normas. La ropa antigua debe ser exclusiva en la medida de lo posible y de alto nivel. Prendas degastadas o en mal estado no están bien vistas. La ropa vitage a su vez se combina con prendas nuevas. El look se ve complementando añadiendo broches, botones, joyas o imperdibles antiguos. Las prendas deben tener por lo menos 10 años de antigüedad, siendo las más buscadas las de los años 50, 60, 70 y 80.


La moda vintage llega también a las casas de moda, que han reinventado modelos antiguos a la actualidad. ¿Ejemplos? Chanel con su trajes sastres o Adidas con su colección Originals. Las marcas de moda afirman que no se trata de copias, sino de modelos originales.


Los accesorios son primordiales cuando de reforzar el estilo se trata. Los sombreros, pañuelos, carteras y zapatos son aliados si se quiere llevar el total look. Muchas tiendas, ferias o mercados de pulgas venden a un precio más o menos razonable estos complementos.


No sólo la mujer puede llevar el estilo vintage; cada día son más varones los que se apuntan a este formato y son quizás los que mejor llevan el look. Las famosas no escapan al estilo; tal es el caso de la actriz Mary Kate Olsen y más recientemente Penélope Cruz con su vestido Balmain de 60 años de antigüedad que lució en los Premios Oscar.


El estilo vintage es una tendencia que quizás pocos usaríamos, pero está claro que constituye un vestuario original, único y divertido donde se puede desarrollar la creatividad. No dudes en intentarlo. A lo mejor consigues un estilo vintage que vaya contigo y así jugar con la imaginación, diseñando tus propios conjuntos. ¿Te atreves?


Tips a lo vintage
*Combinar prendas viejas con otras nuevas (puedes mezclar varias décadas o llevar una en concreto).
* Utilizar complementos para reforzar.
* Alegra siempre el look con un toque de modernidad.
* Agrega detalles en las prendas (botones, hebillas, tachuelas o mostacillas).
* Desarrolla la creatividad (inspírate en revistas, ferias de antigüedades y la propia calle).

domingo, 3 de mayo de 2009

Vístete por dentro


Por: Juan Manuel Quintero






La ropa interior sea quizás el elemento de la moda que ha sufrido una de las mayores transformaciones a nivel de diseño y colores. Se sabe que su sentido de excitación sexual, sensualidad y delicadeza al ser exhibida ha cambiado a lo largo de los años. Tanto la mujer como el hombre hoy en día buscan no sólo vestir bien por fuera sino también por dentro. Lo que empezó como una prenda funcional en las antiguas civilizaciones de Egipto y Grecia es ahora un símbolo y un fundamento a la hora de vestir.


La lencería femenina es la base en que la mujer crea su silueta y construye un sentido de identidad, para así poder expresar sensualidad y elegancia y a su vez comodidad. Los calzoncillos masculinos aparecieron como una forma de cubrir los genitales y las nalgas, evolucionando tras la Primera Guerra Mundial cuando le calzón interior se corta por encima del muslo. Al terminar la guerra apareció el calzoncillo boxer (inspirado en la indumentaria de los boxeadores). Ya en 1946 el Sr. Jockey patentó los calzoncillos con forma de ‘Y’ siendo publicitados como un prenda “científicamente perfeccionada para una adecuada sujeción masculina”. Hoy por hoy sabemos que el hombre usa la ropa interior más allá de su función protectora, dándole un sentido sensual y de identidad sexual. Siguiendo la estela homosexual, el hombre heterosexual busca ya usar ropa interior que le haga sentir atractivo para su pareja.


Tendencias actuales
La lencería femenina ha cambiado tan espectacularmente que una sola tendencia es algo absurdo de concretar. La corsetería, hoy viene con muchos encajes, flores y mezclas de texturas. Las pantaletas son una alternativa muy sensual e ideal para mujeres con caderas amplias. La marca Huit apuesta por sostenes y bragas rosas con puntillas, TCN en algodón y encaje y La Perla en tonos dorados. El mercado ofrece infinidad de modelos, pero entre los más deseados se encuentran los de estilo romántico, los diseñados para practicar deporte y, por supuesto, la lencería más sexy y femenina.


La ropa interior de corte sport, ideal para practicar deporte, resulta también fantástica para esos días de mucha actividad o de compras que requieren movilidad y mucha comodidad, así como para llevarla debajo de prendas ajustadas.


La ropa interior masculina en temas de tendencias ha revolucionado mucho. En general, hay tres tipos básicos de ropa interior de hombre: slips, calzoncillos boxer sueltos, y calzoncillos boxer ajustados. Según un estudio realizado recientemente, el 57 por ciento de hombres prefieren los slips, el 18 por ciento prefieren los boxer firmes y el 29 por ciento prefieren a los boxer espaciosos.


Dolce & Gabbana propone camisetas, slips y boxer negros, blancos y en la escala de grises en su mayoría. Algún azul, burdeos o verde profundo y muy oscuros en su gama. Energie les coloca estampados y colores muy llamativos pero muy varoniles a sus prendas. Con una estética muy deportiva es para hombres más audaces, pero sin perder elegancia y sensualidad. Para Emporio Arman la ropa interior es negra y blanca, y tiende a agregar botones a la ropa interior, dando un toque sobrio, elegante, y sexy.


El slip de algodón blanco ha dejado de ser el rey de la ropa íntima masculina. Los varones apuestan por prendas cómodas, divertidos colores y estampados modernos y arriesgados. Una novedad son las prendas diseñadas sin costuras, que se adaptan al cuerpo del hombre como una segunda piel. Estas prendas son totalmente recomendadas para sentirse cómodo al andar.
En los tiempos actuales, elegante, sofisticado y sensual son los adjetivos de la nueva lencería (lo elegante, lo sofisticado y lo sensual no son adjetivos sino sustantivos, si quieres que sean adjetivos quita el ‘lo’ y quedarán sólo los adjetivos). Todo apunta a una mujer y un hombre sexys, confiados de sí mismos, que necesitan comodidad y, ante todo, sentir libertad de movimiento.


Cada prenda por su nombre
Para ella…
Corsé: Prenda interior que modela la figura femenina, originaria del siglo XIX. Daba forma al cuerpo mediante tela tensada y alambre. Hoy en día se fabrica con tejido elástico. Se dividió en una prenda superior, el sostén, y una inferior, la faja.
Sostén: Prenda de ropa interior que sujeta el pecho femenino. Hay sostenes alzados, alargados, son sujeciones, reducidos y alisados.
Bragas: Prenda interior femenina que cubre los genitales y sostiene las caderas.


Para él…
Calzoncillos boxer: Prenda de tela fruncida en la cintura y con la pernera a mitad del muslo, inspirada en la indumentaria de boxeadores.
Slip: Prenda interior masculina de la segunda mitad del siglo XX, hecha generalmente en género de punto o en tejido elástico. Es una prenda muy parecida a la braga femenina, dejando al descubierto toda la pierna.
Boxer ajustado: Indumentaria variante del slip con la diferencia que el tejido llega a la mitad del muslo y es ajustado.
Suspensores: Ropa interior compuesta de un soporte elástico para sujetar los genitales masculinos durante el ejercicio extremo.