INTRODUCCIÓN
Hoy en día la moda es un fenómeno que tiene tanta importancia como el simple hecho de comer. Según Ana María González (2003: 1-10) “es un culto explícito a las apariencias brillantes y seductoras de la sociedad de consumo”. Por ello se dice que la moda persiste como manifestación social necesitada. Como se sabe, el ser humano necesita vestirse todos los días, pero la cosa cambia cuando esta necesidad pasa a ser un mecanismo regulador de elecciones en función de los criterios y gustos, ya que no todos somos iguales ni nos gusta vestirnos exactamente del mismo modo.
Para George Simmel la moda es “un hecho social que existe en el hombre y lo relaciona con la sociedad”; de ahí la importancia de estudiar la moda como fenómeno social, en este caso la moda de las tribus urbanas. (1987: 174-231)
El comportamiento del hombre, en su espacio privado y público, obedece a los impulsos que lo relacionan en su medio ambiente. Se sabe que el vestir se originó como un fenómeno de protección, pudor y adorno pero, más allá de todo esto, pasó a una función de distinción social, expresión corporal y como arma de seducción. Según Flugel, “si se quiere encontrar un principio creador en materia de la moda, habrá que recurrir no a un motivo económico sino al motivo primitivo del adorno” (1964: 137). Las dimensiones que el fenómeno de la moda ha tomado en las sociedades modernas es un tema de debate en la actualidad. En esta investigación se estudiarán las tribus urbanas como fenómeno de esa moda que es tan cambiante y evolutiva.
Las tribus urbanas son un fenómeno del siglo XX, aunque la necesidad del ser humano de establecerse en grupos o “manadas” ha existido desde siempre. La pertenencia a una tribu supone acatar una determinada ideología y una vestimenta propia. Para Carles Feixa “la mayoría de grupos juveniles comparten determinados estilos, aunque éstos no siempre sean especulares ni permanentes (puede hablarse también de estilos individuales, en la medida en que cada joven manifiesta determinados gustos estéticos, musicales y construye su propia imagen pública” (1999: 12). Con esta investigación se tratará de indagar cuáles de estos factores influyen más a la hora de vestir, si se trata de moda como tal o más bien de una cuestión de estilo de vida e ideología.
El presente estudio está estructurado de la siguiente manera:
· Capítulo I: El problema, la justificación, los objetivos generales y específicos, el alcance de la investigación y las limitaciones.
· Capítulo II: Referente al Marco Teórico, en el que se describen los antecedentes de la investigación, las bases teóricas y los supuestos implícitos que estableció el investigador.
· Capítulo III: El tipo de investigación, la población y la muestra, validez y confiabilidad, la técnica de obtención de datos, el instrumento de recolección de datos y por último la técnica de análisis de resultados.
· Capítulo IV: Los resultados, análisis e interpretación.
· Capítulo V: Las conclusiones y las recomendaciones.
Finalmente se presentan las referencias consultadas por el autor, el instrumento de obtención de datos y los anexos.
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
1.1. Planteamiento del problema
Actualmente el mundo vive en un estado de cambios y transformaciones de índole cultural y sociológica. Especialmente los jóvenes son los que se enfrentan de manera más categórica a estos cambios, sobre todo si encaran la decisión de formar parte de una mayoría adulta y responsable, reconocida socialmente como legítima. Pero los tiempos han cambiado; la posibilidad de decidir quién se quiere ser y cómo serlo ha abierto un abanico de oportunidades. Muchos jóvenes en la actualidad forman parte de alguna corriente minoritaria alternativa en forma de tribu.
Las tribus aparecieron en el mundo moderno como un fenómeno surgido ante una disconformidad con un mundo fuertemente individualizado. Según un artículo publicado por el Grupo Editorial Magisterio “las subculturas no aparecen transitorias; de alguna forma han sido hijos de las profundas transformaciones históricas producidas en la sociedades occidentales durante el siglo XX” (2006: 17).
Entonces podemos decir que las culturas juveniles se refieren a la forma en que sus vivencias sociales son manifestadas colectivamente mediante el desarrollo y puesta en práctica de estilos de vida distintos. Para Carles Feixa “los jóvenes no acostumbran a identificarse siempre con un mismo estilo, sino que reciben influencias de varios, y a menudo construyen un estilo propio. Todo ello depende de los gustos estéticos y musicales, pero también de los grupos primarios con los que el joven se relaciona” (1999: 4).
En tal sentido hay que aclarar dos términos muy diferentes que son la contracultura y las subculturas. Para Bruce J. Cohen una contracultura es “aquélla que está compuesta por grupos que desafían y rechazan duramente las normas de la cultura dominante. La contracultura crea sus propias formas, ideas y señas de identidad formando actitudes, conductas, lenguajes propios, modos de ser y de vestir, y en general una mentalidad y una sensibilidad alternativa a la del sistema para hacer una vida menos limitada” (1995: 132). En este mismo sentido, Cohen define subcultura como “grupo más pequeño que una sociedad, y se relaciona con la cultura más amplia en el sentido de que acepta varias de las formas de ésta, pero la subcultura también se diferencia por tener algunas normas que le son propias” (1995: 133). Entonces se puede concluir que una contracultura no acepta la cultura dominante mientras que la subcultura acepta algunas normas y actos culturales de la dominante.
En esta investigación se estudian las tribus urbanas, término que esta íntimamente ligado a las subculturas que surgen de este fenómeno y que Bruce J. Cohen cataloga como “grupo de jóvenes con entidad propia, que observan una forma de vestir y vivir en común, con aficiones, formas de expresión, símbolos de identidad, actividades, reglas y rituales de admisión que giran en torno a una ideología o filosofía de vida” (1995:15).
Hay que destacar que las tribus urbanas se desarrollan en las grandes urbes, ya que es el espacio donde hay gran cantidad de jóvenes agrupados en torno a las distintas tendencias musicales, modas y hábitos de consumo.
Las subculturas son un fenómeno que siempre ha estado ligado al estilo. Según Carles Feixa “el estilo puede definirse como la manifestación simbólica de las culturas juveniles, expresada en conjunto más o menos coherente de elementos materiales e inmateriales, que los jóvenes consideran representativos de su identidad como grupo” (1999: 118). Para Clarke “la generación de un estilo no puede entenderse como un fenómeno de moda o la consecuencia incluida de campañas comerciales. El tratamiento que se le da a los estilos es organizado de una manera activa y selectiva, en cómo son apropiados, modificados, reorganizados y sometidos a procesos de resignificación. Las diversas subculturas juveniles se han identificado por la posesión de objetos: la chamarra de los teds, el cuidado corte de pelo y la scooter de los mods, las botas y el pelo rapado de los skinheads, etc. Sin embargo, a pesar de su visibilidad, las cosas simplemente apropiadas o utilizadas por sí solas no hacen un estilo. Lo que hace un estilo es la organización activa de objetos con actividades y valores que producen y organizan una identidad de grupo” (1983: 53).
Otro investigador, Monod, expresa lo fácil que es responsabilizar al mercado de la moda de la aparición de los “Estilos Juveniles”. Según Manod, “los accesorios en el vestir tuvieron el papel de mediadores entre los jóvenes y sus ídolos, favorecieron por homología y al mismo tiempo por contigüidad su identificación; y cumplieron además la función de un lenguaje simbólico inductor de la comunicación de los fieles. Por ello, decir estilo, género o moda, es decir demasiado poco. Se trata de un sistema integrado de comunicación infraverbal. O sea: de una cultura. (1971: 141).
En la investigación se estudia también el papel que juega la industria de la moda y los diseñadores en la concepción de las tribus urbanas y cómo ve la industria de la moda este fenómeno. Para Clarke “las subculturas podrían no haber existido sino se hubiera desarrollado un mercado de consumo específicamente dirigido a jóvenes: las nuevas industrias juveniles aportaron los materiales brutos, los bienes, pero no consiguieron -y cuando lo intentaron fracasaron- producir estilos auténticos, en un sentido más profundo. Los objetos estaban allí, a su disposición, pero eran usados por los grupos en la construcción de estilos distintivos. Esto significa, no simplemente tomarlos, sino construir activamente una selección de cosas y bienes en el interior de un estilo, lo cual implicó a menudo subvertir y transformar estos objetos, desde su significado y usos originales, hacia otros usos y significados” (1983: 54).
Para Laura Bovone, la industria de la moda influye considerablemente a la hora del vestir en los jóvenes y explica que “podemos poner el acento sobre los profesionales de la moda y de la comunicación, o sobre sus consumidores. En el primer caso, los que hacen la moda son los que Bourdieu llama nuevos intermediarios culturales, poseedores de buen gusto y responsables del gusto para todos, especialmente para las clases subalternas, los organizadores del consumo, en gran medida los creadores y organizadores de las catedrales del consumo o quienes promueven esa forma de consumir. En el segundo caso, el acento se coloca en las modas independientes de la calle, o sea, las tribus juveniles y sus costumbres independientes, siendo los jóvenes, como consumidores, manipuladores de significados de moda” (1994: 78).
En tal sentido, para la autora, las tribus, en este caso las metropolitanas, deben ser estudiadas ya que son relevantes para explicar comportamientos de moda, entendida en sentido estricto como moda en el vestir y, por extensión, como comportamiento de moda.
Las tribus urbanas en la actualidad son un fenómeno muy estudiado y que con el añadido “MODA” se hace más interesante ya que los jóvenes demuestran ser consumidores de moda sumamente conscientes. Para Laura Bovone “los jóvenes son partícipes de la sociedad de la imagen y capaces de construir la suya propia; conocen bien las propuestas de la moda organizada, saben darle uso y criticarla y, lo más importante y que quizá los diferencia de la generación precedente, son muy conscientes de su propia ambivalencia. Por tanto, el culto de la imagen, que es típico de la mentalidad predominante, resulta un valor que parece totalmente anticuado en un estilo de vida, pero que dispone de una amplia gama de modalidades tan diferenciadas que lo vuelven a menudo irreconocible a los adultos.
También el hecho de que la imagen esté considerada claramente una forma de comunicarse, de lanzar mensajes, no es una elección unívoca; de hecho, hay quien escoge la ropa para adaptarse al entorno, quien la elige para rebelarse, para llamar la atención” (1994: 79).
Está claro que la forma del vestir de las tribus está influenciada por diversos factores y que la imagen y la elección de una moda funcionan por tanto como intermediación entre la autenticidad personal y las expectativas de los demás entes. Para Davis Fred “en cualquier caso, la moda, si hay que distinguirla del estilo y muchos otros términos parecidos, debe referirse a cierta alteración en el código de las convenciones visuales a través de las cuales leemos significados sean cuales sean el tipo y variedad de prendas que nosotros y nuestros coetáneos llevemos. El cambio debe envolver la introducción de significantes totalmente nuevos a nivel visual, táctil u olfativo, la recuperación de algunos ya desaparecidos pero que aún perduran en la memoria” (1992: 15)
La ambigüedad es un término que hay que abordar a la hora de estudiar las tribus urbanas. Para Davis Fred “la ambigüedad, pues, es característica en el vestir contemporáneo occidental y va por el camino de serlo aún más. Primero, es altamente dependiente del contexto; segundo, hay una variabilidad considerable de cómo sus símbolos constituyentes son entendidos y apreciados por diferentes niveles sociales y grupos con gustos distintos; y tercero, es –al menos en la sociedad occidental- mucho más tendente a la ‘decodificación’ que hacia la precisión y explicitad” (1992: 7). Lo fundamental en las sociedades modernas es el valor de cambio-signo. Al efecto, una verdadera teoría de los objetos y del consumo se fundará, no sobre una teoría de las necesidades y de su satisfacción sino sobre una teoría de la prestación social y de la significación.
Teniendo en cuenta todos estos referentes bibliográficos, junto con la investigación en campo llevada a cabo, se analizó el fenómeno de las tribus urbanas como hecho estético o ideológico, así como las posibles influencias recíprocas entre tribus y diseñadores.
Hoy en día la moda es un fenómeno que tiene tanta importancia como el simple hecho de comer. Según Ana María González (2003: 1-10) “es un culto explícito a las apariencias brillantes y seductoras de la sociedad de consumo”. Por ello se dice que la moda persiste como manifestación social necesitada. Como se sabe, el ser humano necesita vestirse todos los días, pero la cosa cambia cuando esta necesidad pasa a ser un mecanismo regulador de elecciones en función de los criterios y gustos, ya que no todos somos iguales ni nos gusta vestirnos exactamente del mismo modo.
Para George Simmel la moda es “un hecho social que existe en el hombre y lo relaciona con la sociedad”; de ahí la importancia de estudiar la moda como fenómeno social, en este caso la moda de las tribus urbanas. (1987: 174-231)
El comportamiento del hombre, en su espacio privado y público, obedece a los impulsos que lo relacionan en su medio ambiente. Se sabe que el vestir se originó como un fenómeno de protección, pudor y adorno pero, más allá de todo esto, pasó a una función de distinción social, expresión corporal y como arma de seducción. Según Flugel, “si se quiere encontrar un principio creador en materia de la moda, habrá que recurrir no a un motivo económico sino al motivo primitivo del adorno” (1964: 137). Las dimensiones que el fenómeno de la moda ha tomado en las sociedades modernas es un tema de debate en la actualidad. En esta investigación se estudiarán las tribus urbanas como fenómeno de esa moda que es tan cambiante y evolutiva.
Las tribus urbanas son un fenómeno del siglo XX, aunque la necesidad del ser humano de establecerse en grupos o “manadas” ha existido desde siempre. La pertenencia a una tribu supone acatar una determinada ideología y una vestimenta propia. Para Carles Feixa “la mayoría de grupos juveniles comparten determinados estilos, aunque éstos no siempre sean especulares ni permanentes (puede hablarse también de estilos individuales, en la medida en que cada joven manifiesta determinados gustos estéticos, musicales y construye su propia imagen pública” (1999: 12). Con esta investigación se tratará de indagar cuáles de estos factores influyen más a la hora de vestir, si se trata de moda como tal o más bien de una cuestión de estilo de vida e ideología.
El presente estudio está estructurado de la siguiente manera:
· Capítulo I: El problema, la justificación, los objetivos generales y específicos, el alcance de la investigación y las limitaciones.
· Capítulo II: Referente al Marco Teórico, en el que se describen los antecedentes de la investigación, las bases teóricas y los supuestos implícitos que estableció el investigador.
· Capítulo III: El tipo de investigación, la población y la muestra, validez y confiabilidad, la técnica de obtención de datos, el instrumento de recolección de datos y por último la técnica de análisis de resultados.
· Capítulo IV: Los resultados, análisis e interpretación.
· Capítulo V: Las conclusiones y las recomendaciones.
Finalmente se presentan las referencias consultadas por el autor, el instrumento de obtención de datos y los anexos.
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA
1.1. Planteamiento del problema
Actualmente el mundo vive en un estado de cambios y transformaciones de índole cultural y sociológica. Especialmente los jóvenes son los que se enfrentan de manera más categórica a estos cambios, sobre todo si encaran la decisión de formar parte de una mayoría adulta y responsable, reconocida socialmente como legítima. Pero los tiempos han cambiado; la posibilidad de decidir quién se quiere ser y cómo serlo ha abierto un abanico de oportunidades. Muchos jóvenes en la actualidad forman parte de alguna corriente minoritaria alternativa en forma de tribu.
Las tribus aparecieron en el mundo moderno como un fenómeno surgido ante una disconformidad con un mundo fuertemente individualizado. Según un artículo publicado por el Grupo Editorial Magisterio “las subculturas no aparecen transitorias; de alguna forma han sido hijos de las profundas transformaciones históricas producidas en la sociedades occidentales durante el siglo XX” (2006: 17).
Entonces podemos decir que las culturas juveniles se refieren a la forma en que sus vivencias sociales son manifestadas colectivamente mediante el desarrollo y puesta en práctica de estilos de vida distintos. Para Carles Feixa “los jóvenes no acostumbran a identificarse siempre con un mismo estilo, sino que reciben influencias de varios, y a menudo construyen un estilo propio. Todo ello depende de los gustos estéticos y musicales, pero también de los grupos primarios con los que el joven se relaciona” (1999: 4).
En tal sentido hay que aclarar dos términos muy diferentes que son la contracultura y las subculturas. Para Bruce J. Cohen una contracultura es “aquélla que está compuesta por grupos que desafían y rechazan duramente las normas de la cultura dominante. La contracultura crea sus propias formas, ideas y señas de identidad formando actitudes, conductas, lenguajes propios, modos de ser y de vestir, y en general una mentalidad y una sensibilidad alternativa a la del sistema para hacer una vida menos limitada” (1995: 132). En este mismo sentido, Cohen define subcultura como “grupo más pequeño que una sociedad, y se relaciona con la cultura más amplia en el sentido de que acepta varias de las formas de ésta, pero la subcultura también se diferencia por tener algunas normas que le son propias” (1995: 133). Entonces se puede concluir que una contracultura no acepta la cultura dominante mientras que la subcultura acepta algunas normas y actos culturales de la dominante.
En esta investigación se estudian las tribus urbanas, término que esta íntimamente ligado a las subculturas que surgen de este fenómeno y que Bruce J. Cohen cataloga como “grupo de jóvenes con entidad propia, que observan una forma de vestir y vivir en común, con aficiones, formas de expresión, símbolos de identidad, actividades, reglas y rituales de admisión que giran en torno a una ideología o filosofía de vida” (1995:15).
Hay que destacar que las tribus urbanas se desarrollan en las grandes urbes, ya que es el espacio donde hay gran cantidad de jóvenes agrupados en torno a las distintas tendencias musicales, modas y hábitos de consumo.
Las subculturas son un fenómeno que siempre ha estado ligado al estilo. Según Carles Feixa “el estilo puede definirse como la manifestación simbólica de las culturas juveniles, expresada en conjunto más o menos coherente de elementos materiales e inmateriales, que los jóvenes consideran representativos de su identidad como grupo” (1999: 118). Para Clarke “la generación de un estilo no puede entenderse como un fenómeno de moda o la consecuencia incluida de campañas comerciales. El tratamiento que se le da a los estilos es organizado de una manera activa y selectiva, en cómo son apropiados, modificados, reorganizados y sometidos a procesos de resignificación. Las diversas subculturas juveniles se han identificado por la posesión de objetos: la chamarra de los teds, el cuidado corte de pelo y la scooter de los mods, las botas y el pelo rapado de los skinheads, etc. Sin embargo, a pesar de su visibilidad, las cosas simplemente apropiadas o utilizadas por sí solas no hacen un estilo. Lo que hace un estilo es la organización activa de objetos con actividades y valores que producen y organizan una identidad de grupo” (1983: 53).
Otro investigador, Monod, expresa lo fácil que es responsabilizar al mercado de la moda de la aparición de los “Estilos Juveniles”. Según Manod, “los accesorios en el vestir tuvieron el papel de mediadores entre los jóvenes y sus ídolos, favorecieron por homología y al mismo tiempo por contigüidad su identificación; y cumplieron además la función de un lenguaje simbólico inductor de la comunicación de los fieles. Por ello, decir estilo, género o moda, es decir demasiado poco. Se trata de un sistema integrado de comunicación infraverbal. O sea: de una cultura. (1971: 141).
En la investigación se estudia también el papel que juega la industria de la moda y los diseñadores en la concepción de las tribus urbanas y cómo ve la industria de la moda este fenómeno. Para Clarke “las subculturas podrían no haber existido sino se hubiera desarrollado un mercado de consumo específicamente dirigido a jóvenes: las nuevas industrias juveniles aportaron los materiales brutos, los bienes, pero no consiguieron -y cuando lo intentaron fracasaron- producir estilos auténticos, en un sentido más profundo. Los objetos estaban allí, a su disposición, pero eran usados por los grupos en la construcción de estilos distintivos. Esto significa, no simplemente tomarlos, sino construir activamente una selección de cosas y bienes en el interior de un estilo, lo cual implicó a menudo subvertir y transformar estos objetos, desde su significado y usos originales, hacia otros usos y significados” (1983: 54).
Para Laura Bovone, la industria de la moda influye considerablemente a la hora del vestir en los jóvenes y explica que “podemos poner el acento sobre los profesionales de la moda y de la comunicación, o sobre sus consumidores. En el primer caso, los que hacen la moda son los que Bourdieu llama nuevos intermediarios culturales, poseedores de buen gusto y responsables del gusto para todos, especialmente para las clases subalternas, los organizadores del consumo, en gran medida los creadores y organizadores de las catedrales del consumo o quienes promueven esa forma de consumir. En el segundo caso, el acento se coloca en las modas independientes de la calle, o sea, las tribus juveniles y sus costumbres independientes, siendo los jóvenes, como consumidores, manipuladores de significados de moda” (1994: 78).
En tal sentido, para la autora, las tribus, en este caso las metropolitanas, deben ser estudiadas ya que son relevantes para explicar comportamientos de moda, entendida en sentido estricto como moda en el vestir y, por extensión, como comportamiento de moda.
Las tribus urbanas en la actualidad son un fenómeno muy estudiado y que con el añadido “MODA” se hace más interesante ya que los jóvenes demuestran ser consumidores de moda sumamente conscientes. Para Laura Bovone “los jóvenes son partícipes de la sociedad de la imagen y capaces de construir la suya propia; conocen bien las propuestas de la moda organizada, saben darle uso y criticarla y, lo más importante y que quizá los diferencia de la generación precedente, son muy conscientes de su propia ambivalencia. Por tanto, el culto de la imagen, que es típico de la mentalidad predominante, resulta un valor que parece totalmente anticuado en un estilo de vida, pero que dispone de una amplia gama de modalidades tan diferenciadas que lo vuelven a menudo irreconocible a los adultos.
También el hecho de que la imagen esté considerada claramente una forma de comunicarse, de lanzar mensajes, no es una elección unívoca; de hecho, hay quien escoge la ropa para adaptarse al entorno, quien la elige para rebelarse, para llamar la atención” (1994: 79).
Está claro que la forma del vestir de las tribus está influenciada por diversos factores y que la imagen y la elección de una moda funcionan por tanto como intermediación entre la autenticidad personal y las expectativas de los demás entes. Para Davis Fred “en cualquier caso, la moda, si hay que distinguirla del estilo y muchos otros términos parecidos, debe referirse a cierta alteración en el código de las convenciones visuales a través de las cuales leemos significados sean cuales sean el tipo y variedad de prendas que nosotros y nuestros coetáneos llevemos. El cambio debe envolver la introducción de significantes totalmente nuevos a nivel visual, táctil u olfativo, la recuperación de algunos ya desaparecidos pero que aún perduran en la memoria” (1992: 15)
La ambigüedad es un término que hay que abordar a la hora de estudiar las tribus urbanas. Para Davis Fred “la ambigüedad, pues, es característica en el vestir contemporáneo occidental y va por el camino de serlo aún más. Primero, es altamente dependiente del contexto; segundo, hay una variabilidad considerable de cómo sus símbolos constituyentes son entendidos y apreciados por diferentes niveles sociales y grupos con gustos distintos; y tercero, es –al menos en la sociedad occidental- mucho más tendente a la ‘decodificación’ que hacia la precisión y explicitad” (1992: 7). Lo fundamental en las sociedades modernas es el valor de cambio-signo. Al efecto, una verdadera teoría de los objetos y del consumo se fundará, no sobre una teoría de las necesidades y de su satisfacción sino sobre una teoría de la prestación social y de la significación.
Teniendo en cuenta todos estos referentes bibliográficos, junto con la investigación en campo llevada a cabo, se analizó el fenómeno de las tribus urbanas como hecho estético o ideológico, así como las posibles influencias recíprocas entre tribus y diseñadores.
10 comentarios:
Hola, vi tu comentario en el foro de 20 blogs y decidi visitarte, mi consejo es que si te dicen o aconsejan de quitar algo como tu dices en el foro, no lo hagas..en el momento que cambies cosas porque te lo digan o sugieran ya dejara de ser un blog personal.
Sabes a mi me aconsejaron que quitara la musica y estuve a punto de hacerlo, al final no lo hice, porque es una identidad de mi blog desde el principio, y en el momento que la quitara..dejaria de ser mi blog.
Un besito y una estrella.
Mar
Perdona por lo extenso del comentario.
Ah y tambien por no contestar en el foro..nunca suelo hacerlo.
El tema me parece muy interesante, aunque por leerlo mejor en el blog creo que sería mejor haberlo separado en dos partes, introducción por un lado y el capítulo uno por el otro.
En cuanto a mi opinión al respecto creo que ideología y estética van intimamente ligados, aunque en el casod e las tribus urbanas prime la estética. En muchos casos es una pregunta del estilo ¿Qué fue antes el huevo o la gallina?
Del concurso aunque me interesan los votos y lso tuyos estén "gastados", me interesan más los posibles lectores, así que si te pasas y me dices que te parecen mis textos estaré más que contento.
Un saludo,
Pedro.
ola
=]
ven
es que estoy haciendo una investiaacion para mi grado
con un compañero
y haber
si me haces el fa =]
podrias mandarme tu investigacion
que la queremos cojer como antecedentes
y bases?
=]
Excelente Investigación... Me parece genial tratar temas de tremenda magnitud, soy educadora y me encantaria que me enviaran el trabajo completo porque estoy haciendo una maestria y seleccione un tema parecido a este para realizar mi trabajo de grado...Venezuela presente
Hola... mira sabes que estoy trabajando para mi proyecto de tesis sobre la strius urbanas de verdad e sun tema imuy interesante y bueno quisiera saber si podrias darme tu msn para conversar ejor cartcad eeso y bueno ver si puedo toar poartde de tu investigacion como basee y ver si podrtias guiarmeee tambien respecto a este tema muchas graciass...
Hola,
Este tema que estas tocando me parece muy interesante, me gustaría que me enviaras la investigación completa para estudiarla mejor y poder usarla como referencia en el articulo de opinión en el que estoy trabajando
Gracias
mandame un correo y te mando una copia con seguridad
Hola!! muy buen trabajo!!, estoy haciendo una investigación sobre las tribus urbanas en mi país, especialmente implicando la moda en este contexto, por fa me podrías enviar tu investigación para que me pueda servir de ayuda en mi trabajo??, te dejo mi correo jtoribio.m@gmail.com saludos!!
hola buenas tardes, mi nombre es carolina estoy haciendo una tesis sobre la influencia de las tribus urbanas en la moda y queria que me envies tu material para leerlo completo, muchas gracias, mi mail es:
carolinavalverde18@hotmail.com
hola buenas tardes, mi nombre es carolina estoy haciendo una tesis sobre la influencia de las tribus urbanas en la moda y queria que me envies tu material para leerlo completo, muchas gracias, mi mail es:
carolinavalverde18@hotmail.com
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