domingo, 15 de noviembre de 2009

Terminología de Moda y Tribus Urbanas

Imagen
Según Bovone, L. la imagen se considera como “una manera de sacar fuera lo que se lleva dentro: la indumentaria efectivamente refleja el pensamiento de una persona (grupo del centro social); el modo de vestir, de hablar, los gustos musicales, los lugares que uno frecuenta, son expresiones de una manera de sentir”. (2004: 81). Queda claro que la imagen y la selección de una moda funcionan como interacción entre lo que es auténtico y personal con las expectativas de las otras personas y la actitud de autocrítica y de lo que dicten las normas sociales.
Estilo
Según Desmond, R. el estilo es “un vocablo cuya utilización es inversamente proporcional al conocimiento. Se emplea en muchísimas ocasiones para evocar una idea tan general que resulta vaga e inconcreta. Es la adecuación de un objeto a los gustos vigentes, y sobretodo venideros, consiguiendo de paso una presentación original y estéticamente lograda”. (1990: 34). El estilo es elemento primordial en las tribus ya que las representa y las distingue de otros sub-grupos y del resto de la sociedad. El estilo resulta ser el fruto de nuestra personalidad, de nuestra particular sensibilidad, pero también de una decisión de nuestra voluntad.

Vestimenta
Según Desmond, R. explica la vestimenta como “una actividad que está íntimamente unida a nuestra persona. Al acompañarnos en todos los momentos de nuestra existencia, tanto de día como de noche, resulta ser el producto ideal para los estudios de marketing. Resulta ser un objeto industrial”. (1990: 26). El vestir como hecho cotidiano es para las tribus el deseo y conocimiento de sus propios gustos; es así la mejor manera de sensibilizar los deseos y de transmitir los estados de ánimo.

Estética
Según Desmond, R. “la estética es el complemento imprescindible de la actualidad a la cual va estrechamente unida: determina la compra al seducir el ojo de forma fulminante”. (1990: 27). La estética es la percepción visual de nosotros mismos y, en el caso se las tribus urbanas, es aquélla que modifica los criterios estéticos que varían progresivamente, influyendo entonces en la apariencia, en la presentación de lo que vamos a ofrecer al público. Es muy usada por los grandes modistas pero, en el caso de las tribus, es un elemento que puede variar, y en el caso de esta investigación se determinó hasta qué punto la estética hace eco en sus formas de vestir. Aquí algunos de los casos en que la estética forma parte de las tribus urbanas.

La mayor parte de los estilos se han identificado con algún elemento estético visible (corte de pelo, ropa, atuendos, accesorios, etc.): el vestido eduardiano de los teds (originalmente llevado por dandies durante el reinado del rey Eduardo), el tupé y la cazadora de los rockers, los trajes a medida de los mods, la cabeza rapada y botas militares de los skinheads, los vestidos floreados y las melenas de los hippies, el dreadlock (cabellos largos y trenzados) de los rastas, los alfileres y mehicanos de los punks, etc. Pero no deben confundirse las apariencias con los actores: raramente se trata de uniformes estandarizados, sino más bien de un repertorio amplio que es utilizado por cada individuo y por cada grupo de manera creativa.

Lo que comparten la mayoría de los estilos, eso sí, es una voluntad de marcar las diferencias con los adultos y con otros grupos juveniles. Aunque los accesorios se consigan a menudo en el mercado, otras veces son producidos artesanalmente por los propios jóvenes, e incluso se consiguen en circuitos comerciales alternativos generados por las subculturas (las drugstores y puestos callejeros hippies, etc.). Aunque sólo una pequeña minoría de jóvenes adopta el uniforme completo de los estilos, son muchos los que utilizan algunos elementos y les atribuyen sus propios significados. Algunos estilos subculturales se convierten en fuente de inspiración para el conjunto de los jóvenes, marcando las tendencias de la moda de toda una generación (como sucedió con algunos elementos de la moda hippy y punk). Pero la universalización del estilo es, sin duda, un arma de doble filo, porque facilita su apropiación comercial, que lo descarga de cualquier potencial contestatario (Clarke. 1983: Delaporte. 1982: Willis, 1990.Según Poiret “en cada época se cree firmemente que la moda del momento es la expresión definitiva, la más razonable y la más estética” (1930).

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